La Fundación de Contamana por los franciscanos

Por: Raúl Herrera Soria

La fecha de la llamada fundación franciscana de Contamana, para algunos historiadores se encuentra en el limbo de las discusiones. Según el manuscrito: Noticias de los pueblos de las Misiones: Misiones del Río Ucayali, Descripción Geográfica de todos los demás ríos que reúnen el río Ucayali (ubicado en la Sala de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Lima), señala dos hipótesis. La primera parte -lleva la firma de Fray Paulo Monzo Carballo, Prefecto y Comisario de Misiones – sostiene que la fundación fue el año 1811, y la segunda cita - no lleva rubrica -registra el año 1807.

En los archivos del Convento de Ocopa: Historia de las Misiones del Convento de Santa Rosa de Ocopa, cap. IV, página 255 (Monumenta Amazónica), que se ocupa de los Progresos de las Misiones de Ucayali; se señala sobre la fundación de San Buenaventura de Contamana el año 1811.

Esta referencia fue tomada del padre Gabriel Sala sobre la relación de los pueblos fundados en la selva peruana por los misioneros franciscanos del Perú entre 1630 – 1808. Dice: “fundada por el Padre Buenaventura Márquez (Marqués, es la forma tal cual está manuscrita por él mismo) el año 1811”.

El padre Tomás Alcántara, misionero franciscano que trabajó en el Ucayali desde 1807 hasta 1811 y cuyos relatos fueron publicados en el Boletín de la Sociedad Geográfica, escribe lo que sería la primera referencia histórica del pueblo fundado por Buenaventura Marqués: “Las márgenes del Ucayali bañan inmediatamente el pueblo y en los meses de noviembre y a principios de abril, llega el agua hasta la plazuela…En los meses de julio, agosto y setiembre, el río está más bajo…en las márgenes del río hay bastante gramalote con cuya yerba se apacienta las vacas marinas…El pueblo está fundado de noreste a sureste, y las casas de los indios se hallan en las márgenes del río…los edificios son de seis palos elevados en tierra con el techo de palma y unas caña bravas fuertes colocadas alrededor de la casa y fijadas en el suelo, sirven de pared, no tienen clavo alguno, usan sogas que se crían en el monte y suben a medida que crece el árbol, estas sirven de cuerda y se llama tansi (tamshi). Además de tener los infieles las casas sin silla, banco ni otra alhaja, acostumbran dormir en el suelo sin más colchón que una estera, que hacen de palma, recuestan la cabeza sobre un palo de balsa, que sirven cuando no tienen canoa…su vestimenta es una cushma que tiene semejanza a una túnica sin manga… (hay abundancia de peces y zancudos, saltan los peces con frecuencia sobre el agua manifestando su magnitud y variedad de colores, forman un objeto delicioso para la vista. La facilidad con que se cogen los peces con anzuelo, fisgas o flechas ocasionan en los habitantes del pueblo sopor que parece aspiran solo a una vida sedentaria)”.

Mucho tuvieron que ver en el establecimiento y la fundación de Contamana las circunstancias de apremio que se ocasionaban en contra de los religiosos. Los franciscanos abandonaron Tierra Blanca y Sarayacu, debido al acoso provocado por las hostilidades de los compra niños, que en venganza azuzaron a los nativos para que hagan la vida imposible a los misioneros, entre los que se encontraban los frailes Manuel Plaza y Buenaventura Marqués.

Al parecer, para asumir una nueva o se diría mejor, otra versión sobre la Fundación de Contamana es la de Fray Faustino Zapico Ramos, que dicho sea de paso es la que hoy se respeta y se conmemora. Al revisar los contenidos en los archivos de la parroquia de San Francisco de Asís de Contamana, ubicó los manuscritos dejados por Fray Buenaventura Marqués que revelan lo que tácitamente es la partida de nacimiento de Contamana.

Fray Buenaventura dejó escrito que “En una expedición que hice de Buepano (actual Ipuano) para fundar el pueblo en el sitio Cuntamaná, yo Franciscano Buenaventura Marqués, día veinte y uno (21) de Enero de mil ochocientos siete (1807), puse el agua del bautismo a tres (03) parvinos (niños). La primera niña de 04 años de edad, fue de la nación shipiba que le puse el nombre de Buenaventura, el segundo niño de un año (01) de edad llamado Vicente de la nación shipibo y el tercer niño de (01) año de edad le puse el nombre Mariano, de la nación Cunibo Amahuaca.”.

Con lo que queda claro, y de primera fuente es que personas de la nación shipiba, cunibo y amahuaca, formaron parte de los primeros habitantes de Contamana, tal como se encuentra registrado en la página 35 del libro de ocurrencias de la parroquia contamanina: “...Y todos ellos viven en Cuntamaná...”.


Post: Extraído del libro “Contamana 1900”, Raúl Herrera Soria 2017

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